El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota.’¡El orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’ está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!
Últimas palabras de la pensadora Rosa Luxemburgo. Justo la noche antes de que la social-democracia traicionara al pueblo alemán, en los albores de una revolución proletaria rápidamente extirpada por el estado burgués. Karl Liebknecht y ella, detenidxs, torturadxs y asesinadxs por los mercenarios a sueldo de este mismo estado, aún levantan firmes sus amplias frentes ¡porque porque fueron somos, seremos, y venceremos!