La vanguardia del cartel popular estuvo, sin paliativos, adscrita a la órbita soviética. No crean a falsos profetas y mediadores culturales que les hablan de la caída en desgracia por culpa del “realismo soviético”. No fue ni será una afirmación con razón de ser. Al contrario, la producción de países como Rumanía, Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia o Yugoslavia (por citar sólo algunos) fue portentosa desde el mismo día que el estado socialista se formó en estos lugares. Recordarlos, estudiarlos y tenerlos presente son herramientas muy potentes para comprender el papel del arte y la cultura en nuestro maltrecho Occidente. Muy acertadamente, lxs camaradas de Soviet Visuals dedican gran parte de su tiempo a hacernos gozar muy fuerte con este maravilloso acerbo cultural que lxs grafistas soviéticos nos legaron. Por suerte para nosotrxs, no son pocxs lxs que aún hoy mantienen en otras latitudes el pulso vivo de la imaginación cartelísitica de aquella región y aquellos años.